Por: Catalina Jiménez Combariza- Directora y Fundadora, Sentidos Comunicaciones
Articulo publicado en Forbes
El 2021 por su parte, será recordado como el año en que nos volvimos a encontrar, volvimos a viajar, a tomarnos un café frente a frente.
Por esta época se habla mucho de lo que nos dejó el año, de los planes que tenemos para el siguiente, de lo que faltó por hacer o de lo que nos queda como una tarea para los próximos meses. Diciembre me parece la época más poderosa para conectarnos con una comunicación grata y mejor aún, en gratitud.
Desde que el mundo empezó las cuarentenas en el 2020, por mucho tiempo estuvimos aislados, y sin darnos cuenta nos acostumbramos a vernos a través de la pantalla. El 2021 por su parte, será recordado como el año en que nos volvimos a encontrar, volvimos a viajar, a tomarnos un café frente a frente; a saludarnos a veces de codo a codo, pero muchas tantas con un fuerte e irresistible abrazo y como nunca, estas iniciativas se sintieron por lo menos desde mi perspectiva como un privilegio por el cual agradecer.
Hace unos días celebramos en mi agencia de Relaciones Públicas la actividad de cierre de año, se trató de un desayuno de agradecimiento, en el que compartimos con varios de nuestros aliados un espacio tranquilo para reconocerlos por su confianza, apoyo y al mismo tiempo, agradecer de forma más espiritual al universo por un año en que nos pudimos volver a abrazar, a encontrar, a comprender por qué seguimos vivos y eso debería ser suficiente razón para dar gracias.
Cada vez que nos hemos podido encontrar en este último tiempo he oído comentarios similares en diferentes lugares del mundo… “es que claro, no es lo mismo que vernos por cámara”, “tal persona es mucho más amorosa de frente”, “yo no sabía que también te gustaba eso” y así muchas más frases que solo confirman que como humanos, el conocernos se vive en el estar, en el tiempo, en el encuentro.
La pantalla nos dio la increíble oportunidad de mantenernos conectados, de seguir siendo productivos, de poder relacionarnos, pero nunca nada va a reemplazar el poder conectar con el otro de forma presencial.
Más que deseos, gratitud con el presente
En muchos países y regiones se tiene por tradición hacer un listado para el 31 de diciembre con todas las cosas que como “deseo” mágico se le piden al nuevo año que va a empezar. Quiero proponerles que cambiemos la ecuación y desde donde estemos, aquí hoy aún en diciembre, aún en 2021, hagamos un recuento de todo lo que queremos agradecer, de lo que estamos viviendo y de lo que hemos logrado.
Cuando empezamos una conversación agradeciendo y reconociendo al otro por lo que hace bien, por como eso nos hace sentir, tenemos una posibilidad mucho más alta de obtener la receptividad en ese diálogo. Hagamos eso con nuestro presente y con nuestra vida, agradezcamos con nuestras palabras por lo que somos y lo que hacemos. Somos los que seguimos vivos, somos los que con nuestro hacer diario podemos impactar al planeta, a nuestro entorno y a nuestras vidas.
Empiezo yo agradeciendo este espacio de columna que está cercana a cumplir su primer año y que me ha permitido más que hablar de comunicaciones y relaciones públicas, reflexionar sobre el poder de las palabras, el empoderamiento femenino, mi papel como empresaria y por supuesto mi lugar en el universo como madre, amiga, líder, y todos esos miles de papeles que todos ejercemos en el día a día.
Ojalá todos tengamos la posibilidad de un espacio así y no hablo de una columna por supuesto, pero sí de uno que nos permita mirar desde nuestra propia subjetividad para hacer propuestas que a veces coinciden con la visión y las percepciones de otros y así agradecer hacia el interior de cada uno de nosotros.
Creo firmemente en que el mundo puede ser un lugar mejor si miramos desde el más y no desde el menos. Las palabras pueden ser nuestras grandes aliadas para ver de la mejor manera lo que vivimos, agradezcamos lo vivido para abrir la puerta a lo venidero, creemos realidades desde aquí, utilicemos nuestra voz para generar puentes, para construir desde lo propositivo y para agradecer por el presente que en realidad es lo único que todos tenemos. Felices fiestas y una comunicación en gratitud para todos.
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